
La mente del hombre es su órgano para pensar, por medio de ella está equipado para: conocer, pensar, imaginar, recordar, y entender. El intelecto del hombre, su razón,sabiduría y sagacidad pertenecen a la mente, resumido en una palabra bíblica, es elentendimiento humano. La mente del hombre ocupa un lugar muy importante en su vida porque su pensamiento influye fácilmente en su accionar. En ese sentido, Prov. 23:7 expresa claramente:
Porque cual es su pensamiento en su corazon, tal es él.
Según la Biblia la mente del hombre es excepcional por el hecho que constituye uncampo de batalla en el que Satanás y sus espíritus malignos luchan contra la verdad y por lo tanto contra el creyente, su familia, su iglesia, comunidad y nación. La voluntad y el espíritu de los hombres son lugares que los espíritus procuran capturar. Pero, el campo abierto en que se pelea la batalla para capturar la voluntad y el espíritu es la mente del hombre. Esto lo podemos observar desde el mismo principio de la humanidad, cuando en Génesis 3:5 la serpiente plantó una idea en la mente de Eva diciéndole:
..sino que sabe Dios que el día que comáis del árbol de la ciencia, del bien y del mal, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. La expresión "serán abiertos vuestros ojos" no se refiere al sentido físico de la vista, sino mas bien a la capacidad de la mente para "conocer". Indudablemente que Dios quería que ellos tuvieran conocimiento, pero por revelación directa de parte de Dios, y como producto del compañerismo con El, ese es el conocimiento que viene del árbol de la vida a nuestro espíritu. Sin embargo, Adán y Eva se dejaron llevar por un "argumento" vano, lleno de orgullo y altivez, y que también fue dirigido a sus mentes: "seréis como Dios". Este conflicto donde se observa a la serpiente buscando convencer al hombre con ideas, pensamientos, argumentos, filosofías, palabras persuasivas, huecas sutilezas, tradiciones, rudimentos, tentaciones, rebeldía, teorías, opiniones, prejuicios, puntos de vista, actitudes, patrones de conducta, y otros; sigue vigente en el mundo actual, tanto para creyentes: Temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos (pensamientos, VP; mentes, BA) sean extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. (sencillez y pureza de la devoción a Cristo, BA) (II Cor. 11:3) como para no-creyentes:
En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (II Cor. 4:4) El resultado como está expresado en los versículos precedentes es engañar, extraviar, cegar la mente, el entendimiento, los pensamientos, y además, como se menciona en otras citas, también se quiere producir "embotamiento" (II Cor 3:14; Hebreos 5:11), "endurecimiento" (Juan 12:40), "esclavitud de la voluntad de la carne y los pensamientos" (Efesios 2:3); "enemistad y separación de Dios" (Col 1:19; Rom 8:7). Observamos como los ataques del Enemigo son especialmente dirigidos a la mente del hombre, ya que mediante su control, no solamente afectará su relación con Dios, sino que se influirán todas las instituciones en las que éste participa, dañándolas o contaminándolas. La intención de Satanás es el crear complejas estructuras de ideas que causen la ruina de la humanidad. En la siguiente sección estudiaremos éstas desde la perspectiva de Pablo en II Cor 10:3-5.
1.1 Fortalezas
Las fortalezas son posiciones militares que han sido especialmente fortalecidas para resistir ataques. Ellas consisten de edificios muy bien construidos con diseños para prevenir invasión o efecto del armamento del contrario, trincheras, zonas de armamento, obstáculos, tales como campos minados, lineas de alambres de púas, árboles caídos, y trampas. Las fortalezas se aprovechan de los obstáculos naturales, tales como canales y ríos, y generalmente están camuflageadas, bien disimuladas u ocultas. Pero, ni las fortalezas ni los obstáculos, tienen efecto a menos que haya un ejercito bien entrenado para usarlas. Para enfrentar tan difícil defensa, las fuerzas de ataque desarrollaban toda una variedad de dispositivos de ataque como escaleras, rampas, catapultas, torres móviles, y hasta el engaño con un inmenso caballo lleno de tropas en su interior como ocurrió en la Troya de Homero.
Los escritores de la Biblia sabían muy bien a que se referían cuando hablaban de fortalezas. Por ejemplo, la ciudad de Jericó estaba protegida por una muralla formada por dos muros de nueve metros de altura que corrían casi paralelos, separados entre 4 y 8 metros. El muro interior tenía 3,5 metros de espesor, y el exterior 1,90 metros. También sabían los costos que involucraban la toma de una fortaleza. Por ejemplo, el intento de los macedonios por tomar la ciudad de Rodas, que les llevó mas de seis años hasta al fin rendirse, y donde usaron una torre que requería de 3400 hombres para su transporte. Dentro de este contexto de pensamiento es que podemos entender el significado de II Cor. 10:3-5:
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
1) Existe una guerra: En el A.T el pueblo de Israel tenía que batallar, luchar, vencer, tomar, conquistar (Jueces 3:1-2). La palabra nos dice en el N.T que: éstas cosas nos quedaron escritas como ejemplos a nosotros, a aquellos que alcanzaron los fimes del siglo (I Cor. 10:11). Podemos observar que el A.T es como una preparación y ejemplo para nosotros. Leemos que "aunque andamos en la carne... no militamos...", es un lenguaje de guerra; y de nuevo leemos de la pluma de Pablo que "Nuestra lucha....."
(Ef.6:12) La Biblia habla de militar, pelear la buena batalla, etc.. En esta guerra hay un enemigo, el Diablo, y dos bandos, el Reino de la luz y el reino de las tinieblas (Col 1:13; 1 Pe. 2:9; ver Capítulo 1).
2) El armamento proviene de Dios: Después de conocer someramente como estaban construídos los muros de Jericó, podemos entender mejor como se sentiría Josué y su ejército israelita ante la estrategia dada por Dios: Rodearéis pues la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez, y esto haréis durante seís días,...y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán la bocina. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, asi que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz y el muro de la ciudad caerá. (Josué 6:3-5). ¿Cómo podían caer tan majestuosos muros con simplemente rodearlos y gritarles? Hebreos 11:30 nos responde: "por la fé cayeron los muros de Jericó...". No fue necesario el construir un armamento especial, sino confiar en la estrategia revelada por Dios y esperar. En otras palabras, no será por nuestra inteligencia, prudencia, sabiduría, carisma, elucuencia, capacidad de convencimiento o esfuerzo que podremos imponernos ante el control de la mente de los hombres por parte de Satanás:
no que seamos competentes por nosotros mismos, para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios. (2 Cor 3:5) O, como intentaron los griegos tomar Troya con el caballo, usando la astucia y el engaño, a lo cual Pablo nos recuerda:
Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la Palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad, (2 Cor. 4:2)
3) El proceso es destruir los lugares fortificados: En la cita que estamos estudiando existe una relación y una aparente jerarquía entre los pensamientos, altiveces, argumentos y fortalezas. Algunos autores lo ponen de esta manera:
Los pensamientos juntos forman altiveces; cuando cultivamos las altiveces se forman los argumentos o series de ideas; finalmente, varios argumentos juntos llegan a construir una fortaleza en la mente de un individuo o grupo de ellos.
Según Watchman Nee () Pablo compara las mentes de los hombres con las fortalezas de un enemigo, implicando que Satanás y sus espíritus malignos ya han establecido una relación profunda con la mente del hombre, que de alguna forma están usándola como fortaleza en la que aprisionan a sus cautivos. Por medio de la mente del hombre imponen autoridad, y transmiten pensamientos venenosos a otros individuos para que puedan levantarse contra Dios.
Pero, recordemos de la ilustración del principio de esta sección que una Fortaleza está compuesta de varios elementos diferentes: el edificio, los obstáculos alrededor, el camuflaje, y el hombre fuerte o comandante de la ciudadela y sus tropas. En relación a esto G. Kinenman (Torres, 1993) define a una fortaleza de la siguiente manera:
Una fortaleza es una casa hecha de pensamientos que ha venido a ser una habitación para la actividad demoníaca.........
En otras palabras, una fortaleza es un lugar de refugio o albergue para ideas y pensamientos que buscan apartar al hombre del conocimiento de Dios, haciendo que se exalte a si mismo. Tal como lo expresamos anteriormente, una fortaleza parece un lugar inexpugnable o invencible. Ciertamente, la idea que quiere transmitir el apóstol Pablo es que no debemos subestimar ideas y pensamientos, juzgarlos con la palabra, y evitar asi que se vayan agregando hasta construir una fortaleza.
La Biblia habla de las ciudades fortificadas y sus componentes:
....ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras,.......(Deut 3:5) Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos. (Isaías 45:2)
Vemos aquí que ellas se componen de muros, puertas de bronce, barras o cerrojos de hierro, dándonos a entender la dificultad que hay en sitiarlas y luego tomarlas. La misma Biblia nos habla de la tenacidad y de la dureza que encontramos en los conflictos irresueltos entre los hombres. La falta de perdón, y las raíces de amargura que ello conlleva, se constituye asi misma en una fortaleza:
El hermano ofendido es mas tenaz que una ciudad fuerte, y las contiendas de los hermanos son como cerrojos de alcazar (fortalezas). (Prov. 18:19)
Como ya lo mencionamos, una ciudadela está rodeada de obstáculos, como trampas que enrredan a un individuo:
Espinos y lazos hay en el camino del perverso. (Prov 22:5) El temor del hombre pondrá lazo. (Prov 29:25)
Un individuo atrapado es llevado a las prisiones de la fortaleza donde es encadenado y retenido de su libertad:
Saca mi alma de la cárcel para que alabe tu nombre. (Salmo 142:7)
Pero estas ciudades fortificadas y sus puertas serán vencidas por la Armada de Dios: la Iglesia, Los Angeles y el poder del Espíritu Santo. La victoria implica primero descubrirlas, porque, una fortaleza generalmente se oculta o camuflagea, cosa en la que Satanás es especialista:
...porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira. (Juan 8:44)
y luego requiere tomar las puertas, asaltar los muros y desbaratar los ejércitos. ..Y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. (Gen 22:17)
Contigo desbarataré ejércitos, y con mi Dios asaltaré muros. (Sal. 18:29)
4) Someter toda mente al Señorío de Cristo: No podemos olvidar varias recomendaciones aquí. Jehová le indicó a Josué:
...he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de Guerra (Josué 6:2)
En otras palabras, no es suficiente con desbaratar el ejército, sino que es absolutamente necesario el aprisionar y encadenar, o atar, a los reyes, comandantes, o principes de la ciudad fortificada, y a los nobles o varones que les acompañan en el dominio de la fortaleza.
Para aprisionar a sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas de hierro;
para ejecutar en ellos el juicio decretado; (Sal 149:8)
Este es el principio o arma espiritual que Jesucristo enseñó acerca de "atar" al hombre fuerte que domina:
Porque ¿Cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa. (Mateo 12:28)
Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa. (Marcos 3:27)
Una vez destruida la fortaleza, y derribado todo argumento o altivez, el proceso de limpieza debe llegar hasta el final cuando todo vestigio del ejército enemigo es hecho cautivo, y sometido al señorío de Cristo. En palabras del Salmo 18:37-38
Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, y no volví hasta acabarlos. Los herí de modo que no se levantasen. Cayeron debajo de mis pies.
5) Manteniendo la mente en contínua renovación: Una vez destruida la fortaleza que ejerce dominio sobre una persona el proceso no puede detenerse. Al momento de recibir
la salvación muchas fortalezas, cárceles, barras, puertas, trampas y ejércitos del enemigo salen de la vida del cristiano. Sin embargo, es el inicio de un proceso que no puede detenerse. A unos creyentes romanos que deben haber experimentado numerosas liberaciones de las orgías, el homosexualismo, la violencia, y otras fortalezas, Pablo les recomendó:
No os conformeís a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobeís cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Rom 12:2)
Pero, un cristiano cuya mente no está siendo renovada se expone a las maquinaciones del enemigo y a la construcción de nuevas fortalezas. Recordemos que los versículos de 2 Cor 10:3-5 no estaban dirigidos a no-creyentes sino a los cristianos de Corinto. La razón para que Pablo haya escrito sobre ese tema es porque se trata de una posibilidad cierta en la vida de muchos cristianos. En otras palabras, dependiendo de la actitud del creyente, el proceso que estamos considerando podrá llegar a su destino: "la renovación". He aquí algunas de las actitudes que bloquean y obstaculizan: Falta de Discernimiento, Mente Oscurecida, y Pasividad. Comencemos, en las proximas secciones, a identificar estos procesos que llevan a la construcción de fortalezas espirituales en las vidas de los creyentes. Sea a nivel individual, cultural o religioso.